lunes, octubre 10, 2005

Everyday is like sunday

Ojalá así fuera.

Escribo con toda la flojera del mundo, con esta lesera del cambio de hora sufro porque mañana tengo q levantarme MUY temprano, y mi día será terrible y horrible y desgraciable.

Este finde tenía planeado actualizar mi curriculum y empezar a dirigirlo nuevamente en busca de horizontes más amigables que los que me tocan. La verdad es que mi ritmo me tiene en este estado de ganas de nada, corriendo todo el tiempo y luchando contra criterios descriteriados de gente que lo único que quiere es ganar plata y plata y plata y le importa una raja insultar a medio mundo. Yo no puedo con esas cosas. Es curioso, pero hay mucha gente que lo acepta como algo súper normal, que venga un jefe y agarre a todo el mundo a chucheteadas, pero a mi me parece tan ultradesagradable que no lo soporto y chao, me quiero ir.

Pero no tuve tiempo de hacerlo y ahora me siento y reviso por siaca el infoempleo, el laborum, trabajando, y me doy cuenta que estoy demasiado desactualizada como para postular y me tardaría al menos una hora más en completar las leseras que he hecho en los últimos dos años.

Me gustaron estos días soleadísimos, especialmente el sábado que partió temprano a la feria. Es la tercera vez que vamos y simplemente me encanta, es lo más entretenido porque hay de todo y súper barato. En la tarde teníamos dos cumpleaños, el de una compañerita de curso de la Loop, y luego el de una sobrina. Partimos al cumple n°1 que era en el Mampato y estuvo multichori todo, los cabors chicos corriendo por todos lados y los papás puro tomando pisco sour y comiendo doritos con guacamole. Me costó un kilo sacar a la Loop de unas camas elásticas y al final llegamos sin muchas ganas al otro cumple, pero como a las 8 y cuando quedaban como 3 pendejos. Más torta y piñata y toda la cosa cumpleañística primaveral. Al final, la Loop se quedó a dormir en la casa de la prima y nosotros partimos a la nuestra porque habíamos invitado a unos amigos extraterrestres que andaban de paso por Santiago.

En eso suena mi celular y sorpresa!! era mi amiga Ro que se había pasado una temporada meditando en el Hilamaya y por fin volvía a la civilización. Le extendí la respectiva invitación para acompañarnos en el vituperio nocturno y en tres minutos apareció en la puerta de mi casa con su apuesto novio.

La famosa junta duró hasta como las 5 o 6 de la mañana, dependiendo del cambio de hora ese, y creo que dormí dos horas antes de despertar el domingo haciendo una cola interminable en el Buin Zoo con niñitas, Marido y hermano mayor.

Terminé el día tan cansada que me dormi mientras Oh-Bebé bailaba y saltaba en mi cama mientras veía Lazy Town. Entonces, tuve la idea-sueño de ver alguna película y le pedí a Marido que fuera a arrendar Garden State porque la banda sonora estaba muy buena y yo creía que la pelicula también sería así. Y no sé si sería que la vi medio dormida, pero en realidad no me pareció muy buena.

Y hoy desperté resfriada, con dolor de garganta, con todas las intenciones de bañar a Benjamín Buen Perro, cortar el pasto, arreglar el jardín del patio, etc etc etc, pero no hice ninguna de esas, sino que dormí y dormí y dormí y tuve puros sueños bonitos.

Y ahora me voy a hacer eso mismo otra vez, sabiendo que tendré una semana de mierda que menos mal dura 4 días.